Muere repentinamente de cáncer el alemán acusado de abusos sexuales en Uganda
Viernes, 22 de mayo de 2020- Un ciudadano alemán acusado de abusos sexuales a menores ugandesas murió hoy cuando se disponía a salir de la cárcel tras concedérsele la libertad bajo fianza, confirmó el portavoz del Servicio de Prisiones de Uganda, Frank Baine.
Bernhard Bery Glaser, que tenía 72 años y padecía un cáncer de piel, falleció por el agravamiento de esa enfermedad en el hospital de la prisión de máxima seguridad de Luzira en Kampala, señaló Baine en declaraciones a la televisión local NTV, al agregar que las autoridades han informado del deceso a la Embajada de Alemania.
Glaser murió poco después de que la fiscal del caso, Rachel Bikholi, confirmara a Efe que obtendría hoy la libertad.
El acusado, director de un centro para menores supervivientes de violaciones que operaba sin el permiso de las autoridades ugandesas, estaba acusado de abusar de al menos diez niñas con edades de entre ocho y dieciséis años.
Este miércoles, los jueces del Tribunal Superior de Uganda acordaron que Glaser debía pagar una fianza de 30 millones de chelines ugandeses (unos 7.300 euros) para salir de su celda.
"Glaser aún no ha pagado la fianza, pero se espera que lo haga a lo largo del día", había dicho a Efe por teléfono la fiscal desde la ciudad de Masaka (sureste), donde empezó el juicio en abril del año pasado.
Y explicado que el estado de salud de Glaser era "bastante malo", que no fingía y que tenían que aceptar su libertad bajo fianza.
De acuerdo con el auto del tribunal, al que tuvo acceso Efe, Glaser podía trasladarse a Bélgica para recibir tratamiento médico para el cáncer de piel con la condición de que regresase a Uganda el próximo 6 de julio para continuar el juicio.
El alemán, que abrió en 2006 las puertas de su centro, conocido como "Bery's Place", acumulaba 28 cargos de tráfico y violaciones de menores.
Las chicas acudían a esas instalaciones en la isla de Bugala (sureste) para ser atendidas psicológicamente, pero se topaban con un escenario parecido a aquel del que huían: para permanecer en el centro, debían soportar los abusos sexuales del acusado.
En el juicio, las supervivientes de estas violaciones contaron que aceptaron las peticiones de Glaser porque su segunda opción era vivir en la calle sin ingresos.
A principios de este año, las autoridades sanitarias ugandesas reconocieron que no tenían la capacidad de tratar el cáncer de piel que sufre el acusado.
La enfermedad de Glaser, además de su presunta incapacidad para defenderse en inglés, demoró al menos en ocho ocasiones el proceso judicial.
No era la primera vez que Glaser se sentaba en el banquillo de un tribunal. En 2013, permaneció dos meses en una cárcel ugandesa tras ser acusado de cometer delitos similares contra dos menores de edad, pero los tribunales desestimaron sus cargos por falta de pruebas.
Comentarios
Publicar un comentario